¿Quién miente?

España Liberal, 2005-03-23

Probablemente todos. O, al menos, ninguno dice toda la verdad. Unos porque no pueden decirla ahora, y otros porque no la han dicho nunca y consideran que ya son muy mayores para cambiar.

Si no fuera porque median 191 muertos y 1500 heridos, todo lo que rodea a la masacre de Madrid parecería un guión imposible escrito por un esquizofrénico solitario. Lástima que no nos quede otra que ocuparnos de un asunto en el que no somos capaces de distinguir entre trampas y certezas. Pero es lo que hay. O mejor lo que hubo y habrá. El presente no existe en todas las miserias que envuelven al mayor atentado de la nuestra Historia. Las noticias - por increíbles que parezcan- se suceden una tras otra sin solución de continuidad.

Ahora resulta que Fernando Huarte ?administrador de la empresa P. F. BROKERS INTERNACIONAL, S.L. relacionada con el sector minero, agente del CNI, militante socialista y responsable de la seguridad del PSOE en Gijón- niega no sólo que sea espía, también que tenga o haya tenido ningún tipo de vinculación con el Centro Nacional de Inteligencia.

El diario EL Comercio confirma la veracidad de estas declaraciones a pesar de que el propio Huarte diga hoy que no habló ayer con el periódico asturiano. En cualquier caso, ya nadie puede creerle. Por supuesto que trabajaba para el CNI cuando antes y después del 11-M se entrevistó en al menos tres ocasiones en la cárcel de Villabona con el lugarteniente de Lamari, terrorista que dicen se suicidó el tres de abril en Leganés. Tal vez después de hablar con EL Comercio, alguien de su partido llamó a Huarte para exigirle que no intente negar lo evidente y no enrede en más patrañas a su partido. Pero ya es tarde.

Y es que este hombre es todo un personaje. Según la corresponsal de El Mundo en Oviedo, el ayuntamiento de Gijón le concedió en mayo de 2004 una subvención de 20.000 euros a la Asociación Nacional de Amigos del Pueblo Palestino Al Fatah. Supuesta ONG que no figura en ningún registro y que dirige el señor Huarte.

No entendemos por qué el Partido Popular no ha pedido que comparezca en la Comisión de Investigación del 11-M. En cualquier caso, hubiera perdido el tiempo. Rubalcaba ya le ordenó a Paulino Rivero que ni tan siquiera considere la conveniencia de cualquier otra comparecencia.

El que manda, manda. Y ahora mandan los que no quieren saber. Mejor dicho, los que no quieren que sepamos. Que son muchos los que lo saben todo y desde hace más de un año. Entre ellos, el presidente del Gobierno, que sabe que lo de Huarte es una cábala más que nos lleva a ningún sitio. Lástima que a pesar de que se lo preguntaron, no pudiera negar que dispuso de información privilegiada pocas horas después de que -no sabemos quiénes- asesinaran a 191 inocentes. Muchos de ellos se manifestaron pocas semanas antes de morir en contra de la intervención de España en Iraq y a favor de un cambio de Gobierno en nuestro país. Ahora el rey de la selva les paga cerrando la Comisión que trata de saber quién les mató.

Por último, quiero compartir con ustedes una inquietud que me acompaña desde que conocí que Huarte trabajaba para el CNI. ¿Acaso también colaboraba con el Centro Nacional de Inteligencia su protegido Abdelkrim Benesmail lugarteniente de Allekema Lamari?

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